domingo, 18 de noviembre de 2012

carne II






Podría decirse que estábamos en una fábrica abandonada. Las rejas oxidadas y grandes máquinas, exponiendo sus desmantelados exoesqueletos arrojados al patio de tierra, delataban el paso del tiempo y la falta de manos amistosas.

La pareja llegó en silencio. La caminata y el coqueteo con la mirada eran parte del ritual. Un calentamiento. La antesala del fornicio.

El más delgado exhibía una peluca plateada y un vestido transparente. No llevaba ropa interior, exponiendo su pene erguido en dirección al cielo. Con la mano izquierda arrastraba al fornido que sólo vestía un overol rojo y botas de goma.

Un poeta afectado describiría la escena con sutilezas referidas a la luna y el canto de los insectos, quizá la presencia subrepticia de otras alimañas como testigos pero no, esto era únicamente un juego de carne y navajas.

El gigante de overol posó sus brazos, torneados por la faena de empujar desperdicios en el sector sur, sobre una pared marcada con grafitis en contra de la unión, rayones que pedían la cabeza del Patriarca y sus agentes y a favor de los FIENDS, aquella banda denominada por el gobierno y los medios – terroristas y sodomitas. Su sello característico era un cráneo riendo, imagen que en el pasado identificara a una banda protopunk,

El delgado travestí, que respondiera al nombre de Spider from Mars o al alias de Twilight Sparkle, se levantó el vestido por encima del ombligo y sin dudar, concentrado en la imagen del FIEND, arremetió en contra del ano del gigante, cuyos gemidos de placer se confundieron en el acto con un segundo estertor, esta vez, un apagado suplicio de dolor.

El largo punzón que Spider sacara de entre medio de sus greñas relucientes había penetrado la oreja derecha del enorme sujeto. Twilight soltó instintivamente el arma y la cintura de su víctima, retiró su pene y se dejó fascinar por la lentitud con que el cuerpo de su enemigo se diluía, arrastrando el rostro por el muro hasta impactar con el suelo.

Pensó en patearlo, arrancar su cráneo y violarlo, tal como este y sus amigos lo habían hecho con Esmeralda, su hermana de diez años, hace unos meses, sin embargo, prefirió observar la limpieza de su acto, el hilo de sangre diminuto escurriendo por la oreja de Tucker le hipnotizó mientras tomaba un paquete de nicotina del bolsillo superior del overol marcado con la insignia de la unión.

Al dejar atrás el cuerpo y las máquinas, comenzó a reír con locura, secándose las lágrimas, arrojó la peluca brillante a una ruma de telas y contenedores vacíos. Al pasar por una recámara destinada al control de plagas, se topó con otro sujeto inerte, este conservaba el punzón en la oreja, y desnudo de la cintura hacia abajo, yacía sobre una pila de basura en clara descomposición. El olor era terrible, eso registrarían en sus bitácoras electrónicas los agentes, al encontrar a otros dos de sus trabajadores, en similares condiciones.

Twilight no podía creer lo fácil que había sido todo el operativo. Ziggy tenía razón – la corrupción de los agentes y trabajadores del sistema, sería el medio para desestabilizar por completo la unión. Quemar el lugar y eliminar las pistas, hubiese sido la elección más usual, pero esto más que una venganza, era una declaración de principios.
Al abandonar el recinto en una pequeña nave, Spider from Mars vestía como un agente – chaqueta y pantalón negro, camisa rosa y lentes oscuros – listo para su próxima misión. Violar a la esposa de un acólito del Patriarca y quemar un colegio destinado a hijos de médicos y senadores. El tipo de noticias que los medios usaban para mantener viva la escalada de terror, a diferencia de un posible reportaje acerca de los trabajadores del puerto, homosexuales violados y apuñalados, eso jamás entraría en conocimiento de las audiencias; de todos modos, los agentes reconocieron esa noche su vulnerabilidad.

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